lunes, 20 de abril de 2020

El Poder

Hay quienes durante las últimas semanas han descubierto que hay una cosa, un ser, un ente llamado Estado con el Poder suficiente para prohibir el contacto o la cercanía física, la libre circulación o, incluso, trabajar.

De manera sorprendente, damos la bienvenida a la coacción, a la prohibición, al Poder sin control democrático mientras aplaudimos, cantamos, lloramos e intentamos hacer pan con bicarbonato.

La anestesia circula por nuestras mentes. El buenrrollismo y la propaganda de #apoyosvarios se combinan con la soledad, las calles vacías, los supermercados silenciosos y la cutre cobertura de internet. Memes y chistes, sonrisas y lágrimas, comodidad y silencio...

Cualquier pregunta o duda te marca con la sospecha, el morbo, la traición a los demás, egoístademierda. Prohibido salir, prohibido trabajar, prohibido tocar, prohibido pensar... Ya está hecho.

Hay quienes siguen pensando el mundo entre izquierda y derecha. Inocentes. No se han dado cuenta de la mentira de los últimos 250 años. Esto no va de una lucha de clases. Esto va de arriba y abajo. De las mil caras del Poder contra los millones de personas que (unas mucho mejor y otras mucho peor) vamos tirando.

El gobierno controla el Estado, es decir, el Poder. Y al Poder no se le apoya. En democracia al gobierno se le critica, se le vigila, se le ridiculiza. Precioso tesoro que no se encuentra en una no-democracia, donde simplemente se resiste.

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